Es posible cambiar, aunque como en mi caso, sean necesarios muchos años y muestras tan contundentes como continuadas. Habrá que tirar de refrán, en esta como en tantas otras situaciones, y dar por bueno el tan manido “más vale tarde que nunca”. He aprovechado, antes, durante, y después del día dedicado a la mujer, 8 de Marzo, para impulsar a la mujer pelotari y continuaré haciéndolo dentro de mis posibilidades.

La final del Emakume Master Cup, celebrada en el frontón Amorebieta IV, en la localidad del mismo nombre, confío que sea la lanzadera hacia la consolidación definitiva.

Los riojanos tenemos, además, la suerte de contar con un referente muy preciado, que va  a servir de modelo a todas las mujeres que encarrilen su afición deportiva hacia la pelota a mano. Alba Martínez Cano, destacó entre las ocho participantes de las dos finales, Élite y Primera. Fue la más pelotari, y la estrella indudable del evento, no sólo por ganar y conseguir la histórica chapela, sino por marcar tendencia.

Ahora estamos en un momento crucial, del que depende en gran medida la progresión y consolidación de la mujer pelotari. Por supuesto que no va a ser fácil, no sólo podemos  vivir de ilusión si falta trabajo, personas que se involucren, y apoyos institucionales.

La mentalidad del aficionado tradicional, precisa saber situarse al medio, para conseguir una adaptación imprescindible, si se quiere disfrutar de los partidos femeninos. Entiendo que la falta de horas de frontón de mujeres  es manifiesta, debido a la imposibilidad de competir con hombres a partir de la adolescencia. Ya se está probando un material adecuado, 70 gramos y más blanda,  bote  vertical, no atropella y a partir de estas características, la experiencia será la encargada de configurar la pelota femenina ideal.

Tengo noticias de programaciones femeninas, en fechas próximas. En nuestra Comunidad, Santo Domingo, Baños de Río Tobía y Logroño en las fiestas de San Bernabé. También las habrá en Navarra, Vizcaya, Guipúzcoa, y hasta Barcelona se va a unir al proyecto.

Soy optimista porque sé que a la mujer le gusta jugar a pelota más que a ninguna otra modalidad del frontón. Repito, necesitan horas, entrenamientos y competir con asiduidad. Si estos tres condicionantes se cumplen, la mujer pelotari será una exitosa realidad y un apoyo fundamental a la ansiada igualdad de género