La mayoría de aficionados, medios de difusión y técnicos del fútbol esperaban que el PSG estuviera en el bombo de los cuartos de final de la Champions League tras jugar el partido de vuelta en el Camp Nou contra el Barcelona. Pero había también personal, entre los cuales, por supuesto, no me encontraba, que tenían fe en el equipo catalán y confiaban en la remontada y acertaron. Por lo tanto, hay que felicitarlos tanto a ellos como a todo el estamento del FC Barcelona por su gran hazaña.

Así como comentamos que en el partido jugado en París había mucha diferencia de intensidad y en la distribución del juego entre los dos equipos, también en este lo hubo, pero esta vez favorable al equipo culé, mientras que en aquel la superioridad fue francesa. Creo que tiene mucho mérito su entrenador Luis Enrique que trabajó estudiando, entrenando y finalmente poniendo en práctica un sistema diferente al habitual, 1-3-4-3, poblando el centro del campo, arriesgando teóricamente en defensa y aumentando las posibilidades de que aparecieran jugadas de corte ofensivo con muchos hombres en esta tarea.

Además, tuvo la fortuna de encontrarse con un gol, en una jugada confusa, a los tres minutos de juego. Mejor no podía empezar para ellos. El equipo de mi amigo Unay Emery entiendo que se asustó y quedó durante mucho tiempo el equipo completamente plano y “acurrucado” en su propio campo, sin poderse hacer con el balón y no pasando prácticamente de su mitad del campo. De ahí que comentaba lo del riesgo teórico de la defensa local, puesto que ni siquiera Luca, Draxler y sobre todo Cavani estaban en situación de crear ningún contraataque en caso de recuperación de balón, por su ubicación en el campo en relación con sus adversarios y su alejamiento  incluso del centro del campo. En una jugada afortunada, pero peleada, luchada y perseguida hasta el final, un taconazo, única posibilidad de continuar con la jugada, de Iniesta, tiene la fortuna de golpear en un defensa francés y suponer el segundo gol..

Iniciado el segundo tiempo, ocurre la jugada dudosa del penalti a Neymar (*) cuyo lanzamiento supone el 3-0. Cambio de Di María por Luca y cambian un poco las situaciones en el campo, creándose más peligro en la portería catalana; llega el gol de Cavani que da la impresión de sentenciar la eliminatoria, dos contraataques, uno de ellos de Di María con claro penalti de Mascherano que el árbitro no señala. Cambio, entiendo que lógico, de Draxler por un medio defensivo Aurier. Y se llega al 88 en el que un golazo de falta de Neymar supone el cuarto y aquí, en el 90 llega otro error del árbitro al señalar penalti en una caída de Suárez, que logra el quinto gol. Prolongación de 5 minutos y gol de Sergio Roberto que supone la eliminatoria.

(*) Puede que el árbitro sea sancionado. Lo desconozco. Pero me gustaría que se aclarara el comportamiento del árbitro en la jugada del penalti. Porque si el árbitro que sigue la jugada de cerca, arbitra e indica reiteradamente que es fuera de meta, puede rearbitrar siguiendo las indicaciones del asistente de detrás de la portería, si no existe una acción anterior sancionable que anule la arbitrada. El árbitro es el juez y la otra figura es asistente. Si la consulta hubiese sido sin arbitrar, podía ser correcto señalarlo. ¿Por qué ha sido él el equivocado y no el asistente? ¿Cuál prevalece?