Acaba de morir a los 70 años Ángela. Fue la pionera luchando por legalizar el toreo en la mujer, legal en el 74. Se inició en la escuela alicantina de Francisco Esplá y tomó la alternativa en México de Manolo Martínez. Fue apoderada de toreros, representante de ganaderos de bravo y abrió paso a Maribel Atiénzar, Alicia Tomás, Cristina Sánchez y todas las toreras. Luchó, dio la cara y quitó la careta a las hipócritas barreras franquistas. Ahí quedó el toro y todas las mujeres tienen acceso a triunfar en la profesión. Alumnas hay en las escuelas taurinas.

Por naturaleza y constitución no veo una mujer torera para competir con Ponce, Perera, Talavante, Rafaelillo, Ureña o Roca Rey. Si las hubiera con su valor podrían funcionar. Yo no lo veo y no sé explicar por qué.

 Ahora hay actualidad con pelotaris femeninas ¡Ole! Pobre de mí, tampoco veo atisbos de damas que puedan competir con Olaizola, Víctor, Artola, Merino, Albisu o Iribarría. Me parece bien que jueguen, compitan, se publiciten... Pero no me entra en el perol que puedan luchar en igualdad de condiciones. Ignoro el por qué. El tiempo lo dirá. No estoy en contra de que practiquen, progrese la que lo merezca y si crean argumentos ocupen puestos estelares. No lo veo pero ¿quién soy yo para hacer de profeta? Nadie. Bienvenidas al toreo y a la pelota las mujeres. Es el primer paso.